El camino nos muestra muchas cosas, y esta es una de ellas, el diario pasar de las gentes con prisa o con calma, no ha disminuido la fuerza de esta planta que se encuentra a lado de esos paseantes para seguir su crecimiento natural, posiblemente ha sido pateada por estorbar parte del la vereda, o hasta a sido mutilada de alguna de sus flores por una persona a quien le haya gustado, pero aún así, no se deja vencer por esos altibajos.
Seguramente ha sido maltratada por algunos infantes al estar jugando, pero sigue en pie, mostrando su esplendor para el disfrute de todos.
Los invito a que en vez de maltratarlas o ser indiferentes al maltrato, mejor cuidemos de ellas para que también las gocen las generaciones venideras.