Aunque pareciera de cuento, estos pequeños peces dorados comenzaron a bailar al escuchar una danza africana que en ese momento estaba escuchando.
Esto me lleva a pensar y ratificar la conexión que hay entre todos los elementos de la naturaleza; en este caso la música, el baile y los animales.
Cabe mencionar que cada vez que escuchaban esa canción se ponian a bailar; pongo escuchaban porque uno de ellos ya no está, y los dos que quedaron, desde ese día ya no bailan.
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